Marino Berigüete.

En la noche del martes 18 llego a mi casa el gordo de la banda gorda, con su cara de infantil y sus dientes separado se reía de mi continuamente mientras me arreglaba esta página, en este momento había decidido ir al baño estaba conectado al agua, o su próstata serviría menos que la mía, el gordito me dijo que tenia un solo hijo con apenas treinta y tres años.
Pitaba y cantaba como si fuera un niño del barrio preguntando por la mujer suya, al parecer ya tenía hambre.