Dentro de la vasta tradición literaria de Barahona, emerge con fuerza y
brillo el poemario de Marino Berigüete, un canto desgarrador y apasionado
que revela las entrañas de una tierra marcada por el sufrimiento y la
lucha. En estas Odas a Barahona, el poeta se sumerge en las profundidades
de sus sentimientos más íntimos para plasmar una realidad cruda, velada
muchas veces por la majestuosidad de sus paisajes naturales.
Berigüete, en un acto de valentía y compromiso, se convierte en portavoz
de las voces silenciadas, de los dolores callados que resuenan en cada
rincón de la tierra. A través de versos que son a la vez puñaladas y
caricias, el poeta nos sumerge en un torbellino de emociones: nostalgia,
pena, temor, esperanza, amor y desamparo se entrelazan en un
movimiento poético que estremece y conmueve.
La diversidad de tonos y formas que el autor despliega en este poemario no
obedecen a estructuras preconcebidas, sino que brotan de la autenticidad
y la belleza intrínseca de su voz poética. Cada verso es un pétalo marchito
de un jardín olvidado, cada estrofa es una voz cargada de historia y
memoria.
Odas a Barahona son, en definitiva, un monumento a la dignidad y la
fortaleza de un pueblo olvidado, un grito de denuncia y un llamado a la
esperanza en medio de la oscuridad. A través de la pluma de Marino
Berigüete, Barahona se eleva como un símbolo de resistencia y resiliencia,
invitándonos a reflexionar sobre las heridas abiertas de nuestro pasado y
las semillas de cambio que germinan en el presente. Una obra poética
imprescindible que trasciende fronteras y que nos invita a mirar más allá
de la belleza superficial para descubrir la verdadera esencia de un lugar y
de su gente.