Al acercarse a la obra literaria de Marino Berigüete en "Secretos ySoledades", el lector se adentra en un mundo de contrastes y densidadesque evocan las narrativas transmitidas por generaciones. En las tierras deBarahona, escenario envolvente y misterioso, los personajes se entrelazanen un escenario de encuentros y desencuentros marcada por la trama de lainjusticia y la venganza. Berigüete, con maestría y sensibilidad, teje un tapiz narrativo donde lasalegrías cotidianas se ven opacadas por sombras de secretos guardados ysoledades compartidas. En cada relato, se vislumbra el eco de la memoriaancestral de un pueblo, resonando en cada detalle, en cada palabrapoética. Sus historias son como olas que rompen en la playa de la conciencia,recordándonos la fragilidad y la fuerza de nuestras emociones másprofundas. A través de una prosa evocadora, el autor nos invita a explorarlas complejidades del ser humano, a reflexionar sobre los dilemas éticos ymorales que acechan en las sombras de la existencia. Con "Secretos y Soledades", Berigüete nos regala un viaje literarioinolvidable, una experiencia que nos sumerge en las profundidades de lacondición humana y nos invita a contemplar la belleza y la oscuridad quehabitan en cada rincón de nuestras vidas. Una lectura imprescindible paraaquellos que buscan la verdad detrás de las apariencias y la luz en mediode la penumbra.
Melissa y el árbol
Cuento Infantil En "Melissa y el árbol", Marino Beriguete nos sumerge en un mundo mágico donde la naturaleza es más que un escenario; es un personaje poderoso y vivo. A través de la figura de Melissa, una niña curiosa y comprometida, se nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno natural. La conexión profunda que surge entre Melissa y la Mangosa trasciende lo meramente material, convirtiéndose en un lazo espiritual que resalta la interdependencia entre los seres humanos y la naturaleza. Este cuento, además de entretener, educa y sensibiliza a los lectores, especialmente a los más pequeños, sobre la necesidad de preservar el equilibrio ecológico para garantizar un futuro sostenible. Por otro lado, la historia de las dos gotas de agua, Melina y Massiel, nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión con lo divino y la importancia de asumir nuestra responsabilidad en la preservación del planeta. A través del diálogo con Dios, estas dos gotas descubren su propósito en la Tierra y comprenden que su existencia está intrínsecamente ligada al bienestar del medio ambiente. Esta narración, cargada de simbolismo y ternura, nos recuerda la fragilidad de la naturaleza y la necesidad urgente de protegerla, no solo por nosotros mismos, sino por las generaciones futuras. "Melissa y el árbol" es mucho más que una recopilación de cuentos infantiles; es un testimonio de amor por la naturaleza y de esperanza en un mundo más consciente y respetuoso. A través de estas historias, se nos ofrece una lección invaluable sobre el cuidado del planeta, la importancia de la empatía y la responsabilidad colectiva en la preservación de nuestro hogar común. Este libro, con su encanto y sabiduría, se convierte en una herramienta educativa y transformadora, capaz de sembrar semillas de conciencia y amor por la naturaleza en los corazones de todos sus lectores.
Mar vibrante La poesia a la mar
“ Y cuando llegue el día del último viaje, esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar”Antonio Machado. En mi travesía lejos de mi pueblo natal, las reminiscencias de antaño siguen fluyendo como un río imparable por las calles que me vieron crecer, bailando en las sombras de la nostalgia. Cada esquina, cada rincón, recrea en mi memoria la anarquía luminosa de la juventud insurrecta, los juegos en las playas doradas que abrazan la costa con su espuma salada. El recuerdo de mis amigos de la infancia, compañeros de travesuras y cómplices de sueños inacabados, se entrelaza con el eco de las risas que desbordaban en el colegio Divina Pastora, semillero de ilusiones y cuna de mi despertar como escritor en ciernes. Fue allí, entre pupitres y pizarrones, donde mis primeros versos encontraron la luz, inspirados por la presencia etérea de aquella niña de ojos verdes y sonrisa perfecta, musa de mi imaginación infantil, estrella inalcanzable en el firmamento de mis fantasías pueriles. Cada verso, cada estrofa, es un guiño al pasado que se despliega como un abanico de emociones en el lienzo de mi memoria. Es en esos momentos de introspección donde el mundo cobra un matiz distinto, donde la inocencia perdida se convierte en el motor de la transformación inevitable del hombre que soy hoy. A través de la poesía, reconstruyo los pedazos de un rompecabezas añorado, donde cada pieza encaja con la precisión de lo vivido y lo soñado. En la amalgama de recuerdos y anhelos, en la evocación de aquella niñez dorada que se desvanece en el horizonte del tiempo, hallé el tesoro más preciado: la capacidad de valorar el mundo que me rodea, de apreciar la belleza efímera de cada instante, de abrazar la existencia con gratitud y asombro. Mi poesía es un canto a esa infancia perdida y reencontrada en las páginas de un libro abierto de par en par, donde las palabras son el hilo conductor que me guía de regreso a casa, a ese lugar donde late mi corazón en sintonía con el universo que me abraza. “ Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar” Antonio Machado Canto I Cuando el viento me empuje a mi nave sin retorno, me iré sin equipaje, casi sin ropa, en la mar de sietecolores. Seré un eco en la claridad del sol, como una sombra que se desvanece en la bruma, un susurro perdido en las montañas de San Rafael, un destello fugaz sobre las aguas en Saladillas. Desnudo de las cadenas del tiempo, libre como los hijos de la mar mi ser se fundirá en el lecho marino, en un abrazo cósmico, en un silencio eterno. En mi viaje final, sin rumbo ni destino, me entregaré al abismo con valentía, seré parte del cosmos, un pequeño camino, en la vastedad del universo, pero mi poesía hablará, aunque yo esté en silencio. Así, cuando la nave parta hacia lo incierto, no me encontrarán atado a la tierra, seré un viajero en busca de concierto, de estrellas acompañada de la luna y la mar. Canto II En el susurro de olas vibrantes, los colores de la mar danzan con intensidad. Canto a mi pueblo, canto, como las montañas rugiendo, canto bajo el sol radiante entre los cocotales verdes. Las calles son tocadas por la brisa marina, se escuchan los ecos de las voces misteriosas, de tiempos antiguos. Canto a las risas, a las lágrimas a las esperanzas divinas, canto a esta tierra única donde yo he crecido. Canto al aroma dorado de cafetales al amanecer, canto a las risas de niños jugando en el río Birán. al Abrazo cálido de mi gente canto a cada nota de gratitud que late en un corazón agradecido. Canto al fogón del hombre humilde, en el barrio sereno y sencillo, a las manos de los pescadores tejidas de esfuerzo y fe. Canto al reflejo de un rostro marcado por el sol amarillo, canto a mi pueblo en su música, en su baile que es poesía y yo lo sé. Canto al vaivén de las palmeras al ritmo del viento incesante, a la lluvia sagrada que cae en los techos de zinc de madrugada. a las risas compartidas, de los niños que juegan en la arena soy parte de la vida que palpita sin fin. Canto a mi pueblo, con sus tradiciones que perduran, vuelo entre las tormentas que renace. soy cada latido, cada pulso, cada alma que camina, soy la tierra en mi sur, soy luz que abraza. soy esos sueños compartidos, en anhelos colectivos, que se funde en una inmensidad luminosa. Canto a mi pueblo con amor y agradecimiento vivo, porque en cada ser late la esencia más hermosa. Canto a mi pueblo, en un canto eterno, sin medida, canto a su cielo claro que nos abraza con sonrisa rendida. Canto III Bajo la sinfonía del viento danzante, y en la cristalina pureza del agua, se esparce el rocío inmenso, con el estremecer de una estrella brillante, este canto te dedico, hondo y sincero. En su trino febril, el pájaro nombra, tu nombre en el arco de mi universo, donde la calidez de mis palabras resonará en el eco claro del sur, desvelando todos mis pensamientos. Se vuelven verdes los árboles altos de la montaña inmutable, eterna, en ti no hay estaciones que despierten las sombras del tiempo que se esfuman. Tu sol y tu esperanza resplandecen en el tren dorado hacia el horizonte, rumbo al ingenio donde el alba despierte ese abrazo eterno del día naciente. Con la melodía del viento como guía, que nace en las olas del mar profundo, soy compañero en tu sendero, hasta los bateyes, donde aguarda la vida. Entre los sueños del viento danzarín, y la transparencia del líquido espejo,
Palabras Mágicas: El encanto del día del poeta
En la calidez del amanecer, cuando los primeros rayos del sol acarician mi rostro y la brisa matutina me susurra secretos de la naturaleza, las palabras acuden a mí como un torrente imparable de significados y emociones. En ese instante mágico, en esa comunión íntima con el lenguaje, me sumerjo en un universo paralelo donde las palabras son el hilo conductor que teje los hilos de la realidad y la fantasía. Es en ese preciso momento que el hechizo de las palabras se manifiesta en toda su plenitud, revelando su poder transformador y su capacidad de transportarnos a reinos desconocidos. Crecí en un entorno sencillo y modesto, donde las palabras eran un lujo escaso y precioso reservado para unos pocos elegidos. La educación, con todos sus matices y desafíos, se convirtió en mi aliada en la búsqueda de ese poderoso instrumento que es el lenguaje. Fue a través de la poesía de los clásicos y la prosa de los maestros que descubrí la magia intrínseca de las palabras, su capacidad para conmover, inspirar y transformar. En el devenir de mi existencia, he experimentado en carne propia cómo las palabras pueden erigirse como faros de luz en medio de la oscuridad, como salvavidas en medio de la tormenta. Los grandes poetas y escritores, desde los antiguos trovadores hasta los contemporáneos visionarios, han sabido emplear las palabras como herramientas para explorar los rincones más íntimos del alma humana y para desvelar los misterios más profundos del universo. La belleza de la poesía radica en su capacidad para hechizar al lector, para atraparlo en un remolino de emociones y sensaciones que lo transportan a mundos desconocidos y le permiten explorar las profundidades de su ser. Cada verso, cada estrofa, cada palabra cuidadosamente seleccionada es como un brebaje mágico que despierta los sentidos y abre las puertas de la imaginación. Desde la poesía de San Juan de la Cruz, con su misticismo y su profunda espiritualidad, hasta la exuberante prosa de Walt Whitman, que celebraba la diversidad y la vitalidad de la vida, los maestros de la palabra han sabido conjurar hechizos inolvidables con sus versos y sus relatos. Siguiendo sus pasos, como aprendiz de brujo en el arte de la escritura, me embarco en un viaje sin retorno hacia los abismos de la creatividad y la expresión artística. Como escritores y poetas, tenemos la sagrada responsabilidad de utilizar las palabras con sabiduría y discernimiento, de construir puentes que unan corazones y mentes, de ser custodios de la verdad y la belleza que se ocultan en el laberinto del lenguaje. La poesía, con su capacidad para revelar lo oculto y sugerir lo inexpresable, es el vehículo perfecto para explorar los límites de la percepción y la imaginación. En un mundo convulso y confuso, donde las palabras han sido manipuladas y tergiversadas con fines espurios, debemos reivindicar el poder sanador y transformador de la poesía y la literatura. Como artesanos del verbo, como alquimistas de la palabra, tenemos el deber de preservar la magia de las palabras y de compartirla con aquellos que anhelan descubrir su hechizo embriagador. Que el hechizo de las palabras nos guíe en este viaje sin rumbo fijo por el vasto océano del lenguaje, que nos inspire a dar forma a mundos nuevos y a explorar horizontes inexplorados con la misma pasión y el mismo asombro de un niño que descubre las maravillas del universo. En cada sílaba, en cada metáfora, en cada imagen poética, se esconde el secreto ancestral de la palabra, esperando ser descifrado por aquellos que poseen el don de la sensibilidad y la intuición. Así, en la encrucijada de la vida y la creación, me entrego al hechizo de las palabras, me sumerjo en su universo infinito de posibilidades y me dejo llevar por la corriente impetuosa de la inspiración. En cada página escrita, en cada verso hilvanado con cuidado y pasión, renuevo mi pacto con la palabra, ese misterioso conjuro que nos conecta con lo esencial, con lo etéreo, con lo indecible. Porque al final, en la eterna danza de la creación literaria, solo las palabras poseen el poder de trascender el tiempo y el espacio, de erigirse como faros de luz en medio de la oscuridad, de ser, en definitiva, un reflejo fiel de nuestra condición humana. Feliz día de la poesía. Por: Marino Beriguete
¿Quién es Marino Berigüete en la Literatura Infantil Dominicana?
Nacido en Barahona, República Dominicana en 1962. Abogado, político y escritor. Entre sus publicaciones destacan obras de diversos géneros literarios: Mujeres y Odas a Barahona (poesía); Despertar de las palabras (ensayo); Maralba (novela); 13 cuentos supersticiosos del sur y Gotas de agua (cuento). Ha colaborado como articulista en el periódico Última hora, de su país. En la actualidad combina sus actividades políticas con su labor como parte del Consejo Editorial de la Universidad Central del Este, en Santo Domingo. A los dieciséis años inició su carrera literaria, con el cuento Segura y el Diablo. Poco después ingresó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, mas tarde ingresa a la Universidad Pedro Henríquez Ureña y realiza un Post grado en Ciencias Políticas y otro en Derecho Internacional, ha sido diplomado en varias universidades y fue profesor de Derecho Internacional y Civil en la Universidad Católica de Santo Domingo y Pedro Henríquez Ureña. Su primera obra publicada fue Mujeres en (1986), con veinticuatros años, no obstante cuatro años después fue el libro Treces Cuentos Supersticiosos del Sur el que lo llevó a ganar un prestigio entre los escritores literario dominicanos. Su madurez literaria llegó con El Retrato de la Madre y Otros Cuentos y Secretos y Soledad, verdadera exhibición de su prosa integra abundantes elementos experimentales, tales como la mezcla de diálogo y descripción y la combinación de acciones y tiempos diversos, recursos que empleó también en parte en el Plan Trujillo (Novela) un retrato de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Marino Berigüete, desarrolló un Periodismo Literario en varios periódicos, sus primero artículos, vieron la luz, en los desaparecidos periódicos: Última Hora, La Nación, El Siglo donde se refleja en sus escrito un la preocupación social por su país. Impulsor en esa Nación la creación de lo que es el Ministerio de Cultura, y fue Secretario de Cultura del Partido Reformista, que presidía para ese entonces el presidente de la República Dominicana Dr. Joaquín Balaguer. Otras obras suyas son Melissa y el árbol, (cuentos) Odas a Barahona (poemas) Mujeres (poemas). Previous slide Next slide
Marino Berigüete es incluido a la Academia Dominicana de la Lengua
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.-El poeta, escritor, politólogo y diplomático Marino Berigüete, fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española. Este reconocimiento se basa en sus logros lingüísticos y literarios, así como en su contribución al desarrollo de la narrativa y su labor cultural en pro de las letras. El evento estuvo presidido por el Dr Bruno Rosario Candelier, actual director de la Academia y Rafael Peralta Romero, secretario. El recorrido literario de Marino Berigüete comenzó a los 16 años, pero su primer libro fue publicado en 1986, teniendo unos 24 años, un poemario titulado “Mujeres”. Cuatro años después publicó “13 cuentos supersticiosos del Sur”, donde explora con habilidad la interrelación cultural y fortalecimiento del mestizaje identitario de esta importante región del país. Esta obra le otorga prestigio entre los escritores dominicanos. Marino Berigüete también incursionó en el Periodismo Literario en diversos periódicos. Sus primeros artículos se publicaron en los desaparecidos periódicos “Última Hora», «La Nación» y «El Siglo», reflejando en sus escritos una profunda preocupación social por su país. Entre sus otras obras destacan «Melissa y el árbol» (cuentos) y «Odas a Barahona» (poemas). Estas contribuciones adicionales consolidan la versatilidad y profundidad de su talento literario. En trabajo como diplomático Berigüete ha dedicado 15 años de su vida a esta función habiendo ocupado los puestos de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en la República de Hondura y en la República de Belice. Formación profesional Diplomático de Carrera, Máster en Relaciones Internaciones/UNPHU/ Máster en Ciencias Políticas /UNPHU/ Postgrado en Proc. Civil, UASD/ Poeta/ Escritor. Resumen diario de noticiasRecibe en tu correo las noticias mas importantes del día Correo electrónico/* real people should not fill this in and expect good things – do not remove this or risk form bot signups */ También es secretario de asuntos internacionales de la Unión de Escritores Dominicanos (UED). Aporte cultural Entre sus publicaciones destacan obras de diversos géneros literarios: Mujeres y Odas a Barahona (poesía); Despertar de las palabras (ensayo); Maralba (novela); 13 cuentos supersticiosos del sur y Gotas de agua (cuento). Su madurez literaria llegó con El Retrato de la Madre y Otros Cuentos y Secretos y Soledad, verdadera exhibición de su prosa integra abundantes elementos experimentales, tales como la mezcla de diálogo y descripción y la combinación de acciones y tiempos diversos, recursos que empleó también en parte en el Plan Trujillo (Novela) un retrato de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Otras obras suyas son Melissa y el árbol, (cuentos) Odas a Barahona (poemas) Mujeres (poemas). Fuente
Diablo Viejo
Diablo Viejo, te vas a la mar,es muy temprano, el solno ha salido.Déjame ayudarte con los remos,déjame ayudarte con la red. Quiero llevar las carnadas de los peces,quiero ser tu compañero en la mar.No tengo escuela,es verano, el colegio estácerrado. Las olas cuentan secretos antiguos,mientras navegamos juntos en la bruma.Diablo Viejo, enséñame tus caminos el estas aguasquiero aprender del mar sus misterios. Para Juntos enfrentar la mañana,con los remos cortando la calma,las redes llenándose de vida.Déjame ser tu aprendiz en el océano,déjame ser tu aliado en este viaje sin fin. Tu rostro curtido por el sol y el salitre,cada arruga es una historia, una batalla.Háblame del tiempo en que el mar era joven,cuando los peces eran abundantesy la mar, una madre generosa. Quiero escuchar las leyendas de tus labios,las epopeyas de las tormentas y los naufragios.Quiero saber de las noches estrelladas,donde la luna es una lámpara y las olas, un canto. Diablo Viejo, permíteme remar a tu lado,sentir el peso de los años y la sabiduríaen cada tirón de la cuerda, en cada ola enfrentada.Que mis manos se endurezcan con el trabajo,que mi espíritu se temple con tu guía en la mar. Déjame oír el grito de las gaviotas,el sonido del viento entre las velas rotas,el silencio profundo del mar en calma,y el rugido implacable de la tormenta en su furia. Diablo Viejo, esta es mi petición,ser tu sombra en el agua,tu eco en la vastedad del océano,aprender del mar lo que solo tú sabes,sentir en mi piel la eternidad de las olas. El verano es nuestro, y la mar, nuestra escuela,donde cada día es una lección, una aventura.Déjame ser tu aprendiz, tu amigo,y juntos navegaremos los misterios del mundo,en la barca que es la vida, en el mar que es el tiempo.